Seguimos la antigua forma iniciática de Khemet cruzando el río Nilo, que arquetípicamente para los Egipcios representaba la columna vertebral. Cada uno de los templos resuena con una parte de nuestro interior, viajamos externa e internamente en el reto de encontrar el balance y la complementariedad entre la energía Masculina y la Femenina. 

Cruzamos los límites de la dualidad hasta lograr un entendimiento más unificado desde nuestro Ser. 

A lo largo de la travesía iniciática de muerte y renacimiento fuimos conectando con la creatividad, la imaginación y la intuición desde el Femenino, así como la acción, la estructura y la razón desde el Masculino. Transmutamos nuestras sombras y limitaciones, logrando expandirnos en nuestra esencia. 

Es un viaje sanador individual, grupal, colectivo y universal, en gozo, juego, rezo, profundidad y amor.

Febrero, 2022